90 segundos. Ese es el tiempo medio en el que un recruiter puede determinar si somos el candidato adecuado para el puesto de trabajo o no. De ahí la importancia de saber dominar el lenguaje no verbal en la entrevista de trabajo, es decir, tomar el control sobre aquello que queremos transmitir sin despegar los labios.
La comunicación no verbal en la entrevista de trabajo
Todo el tiempo que dedicamos a preparar la entrevista de trabajo y a formar un discurso que nos posicione como el candidato idóneo, de poco sirve si los gestos, las expresiones y el tono de voz que utilizamos para comunicarnos no son creíbles.
Para Allan Pease, uno de los expertos en lenguaje corporal más reconocidos del mundo, estos son algunos de los aspectos más importantes a tener en cuenta:
- Apretón de manos al saludarse. A través de la forma en que saludamos con la mano, la otra persona puede hacerse una idea de cómo somos. Ofrecerla con la palma hacia abajo da a entender que la persona es dominante, mientras que entregarla hacia arriba implica sumisión.
- Espacio personal. Por educación y cortesía en el primer encuentro con alguien desconocido hay que mantener la distancia física adecuada, ya que de lo contrario se puede intimidar a la otra persona.
- La postura al sentarse. Debe ser una postura cómoda, ya que la entrevista puede ser larga y el mantenerse en una posición incómoda puede hacer que la atención se centre en sostenerse como desde un principio y olvidarse de lo más importante que es el desarrollo de la misma. Ha de reflejar serenidad y atención, si se está demasiado rígido da mala impresión y una postura muy relajada puede parecer desinterés o dejadez.
- Los brazos y las piernas. El mantener las piernas y los brazos cruzados indican actitud de defensa y que los canales de comunicación o no se han abierto o se han cerrado. Por ello, cuando el candidato se encuentre con un entrevistador que cruza los brazos ha de intentar con la conversación descruzarlos lo más rápidamente posible.
- La cabeza. Cuando la cabeza se inclina lateralmente implica una actitud de atención e interés. Si se mantiene hacia arriba es una posición neutra, de reserva, el candidato debe procurar mantener la posición de interés, es decir, con la cabeza inclinada hacia un lado y debe procurar con sus respuestas y preguntas mantener ladeada también la del entrevistador. La actitud de reprobación se detecta cuando la persona que se tiene enfrente tiene la cabeza hacia abajo y mira a su interlocutor de frente.
- Las manos. Ante unas manos con los dedos entrelazados, hay que tener cuidado y prestar atención a lo que se está diciendo, ya que significa actitud negativa.
- La mirada. Lo más adecuado es mirar al triángulo que se forma entre la frente y los ojos del interlocutor, bajar la mirada hasta la boca no favorece un ambiente serio.
- Imitación de gestos. Cuando en una reunión o entrevista como sería el caso, uno de los interlocutores tiende a imitar los gestos de la otra parte, se entiende que comparte las afirmaciones de la persona que está hablando. Luego es una buena táctica a emplear en una entrevista de trabajo para hacer sentir al entrevistador que el candidato está dispuesto a crear un buen ambiente de comunicación.
- La despedida. El apretón de manos final, suele transmitir algo más que una simple despedida, ya que a lo largo de la entrevista se ha podido llegar a un cierto clima de confianza que no existía al comienzo. Cuando se extienden las dos manos hacia el entrevistado se muestra confianza, y si se alarga una mano hacia la muñeca o el codo demuestra un sentimiento extra.
La clave consiste en transmitir seguridad, confianza y entusiasmo para convencer al entrevistador y aumentar nuestras posibilidades de éxito.